Hace cuatro años raspó votos para llegar a la Cámara de Bogotá,
pero en estas nuevas elecciones, con 100 mil, fue el segundo congresista
más votado de la capital.
Por: Julián Parra
Después
de estar más de dos años viviendo en Suiza, en 2012 Inti Asprilla
volvió a Colombia para asumir la misma pelea jurídica que su padre: la
defensa de más de 50.000 familias afectadas por el derrumbe del Relleno
Doña Juana en 1997. Guillermo Asprilla, exsecretario de Gobierno de
Gustavo Petro en la alcaldía y su mayor escudero, le dio el respaldo a
su hijo cuando decidió aspirar a la Cámara de Representantes.
Asprilla obtuvo el aval de los verdes luego de la alianza
que hizo el partido con el movimiento progresista de Petro. Arrancó con
el respaldo que tenía su papá en la localidad de Usme, unos 7.000 votos,
pero se fue haciendo un nombre propio en otras como Ciudad Bolívar y
Rafael Uribe Uribe por el asesoramiento a las personas afectadas del
relleno.
Con 17 mil votos logró su objetivo y entró de último en la
lista de la Alianza Verde; sin embargo, tres meses después su papá
fallecería por una enfermedad degenerativa, y nunca pudo verlo entrar al
Congreso.
Al igual que Guillermo, Inti Asprilla decidió asumir la
defensa de las personas más pobres de la ciudad, “las que deberían tener
las mismas oportunidades que los más favorecidos, pero eso no es así”.
Sus dos primeros años en el Congreso fueron durante la alcaldía de
Petro, aunque no nunca se le vio como una de las fichas del exalcalde
dentro de los verdes. “Fue muy desafortunado que Gustavo no nos
acompañara para tomarnos el partido porque hoy sería algo muy
diferente”.
Cuando Enrique Peñalosa entró al Palacio de Liévano, Inti se
convirtió en su principal opositor. Asumió las causas ambientalistas
defendiendo la Reserva Van Der Hammen, y la defensa de los vendedores
ambulantes, quienes fueron sacados de las calles; sin embargo, Asprilla
denunció varias veces los decretos del alcalde y los abusos de la
policía. Su pelea le ha dado frutos y se volvió la bandera en su gestión
y en esta última campaña. Ahora, la gente lo llama al celular para
contarle que en la Universidad Nacional o en la carrera séptima los
policías están decomisando mercancía y llevándose a los vendedores.
Según el mismo Inti, él no es un político en el Congreso, es
un defensor jurídico en la Cámara, y todas sus defensas y propuestas
las ha hecho con base en esa estrategia. Para las elecciones al
congreso, Inti se fue sin una fórmula en el Senado: “No hubo un solo
senador de los verdes que me apoyó cuando di las peleas por los
vendedores, por el relleno, la revocatoria de Peñalosa o la Van Der
Hammen”. Así que se ideó una estrategia en la que la ciudadanía se
sintiera representada e identificada. “El luchador con máscara que
apareció en redes sociales no soy solo yo. Decidí crear mi propio combo
político, Lucha por Bogotá, que es representado por la máscara, pero es
todo un grupo de personas que creen que la ciudad va muy mal”.
Información tomada de las2orillas.co
Información tomada de las2orillas.co
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