Por Wilmar Harley Castillo Amorocho*
Ya anda mucha gente indignada en las redes sociales, disparando desde sus trincheras virtuales frases con carga de resignación, odio y pereza frente a los dos acontecimientos que mueven la política diaria y nacional. Por un lado, la derrota del primer partido de la sele ante Japón 2-1, con la expulsión de Carlos Sánchez a los tres minutos de juego por evitar un posible gol (que finalmente sí fue gol); por el otro lado, el aplazamiento en el Senado del debate de la ley de procedimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz.
Alrededor del partido en Saransk, pues la rabia patriota ha despertado en aquellos colombianos que se identifican con sacar siempre la buena cara del país ante el mundo. Guillermo Cárdenas, junto a los hinchas que entraron guaro al estadio camuflado en unos binoculares fueron blanco de las críticas por su comportamiento nada ético en Rusia. Al caído caerle, la sele perdió con 10 jugadores y de paso salen estos youtubers criollos reluciendo lo “avivatos” de los colombianos.
Pero esto me preocupa por un asunto reciente. Porque los 10 millones que escogieron a Duque (espero que un porcentaje mayoritario no haya sido por la magia votarum registradurum) a conciencia ¿entran en la corriente avispada del ser colombiano? Porque hay 10.000 razones para pensar seriamente la inclinación política hacia el Centro Democrático, sin contar los muertos de El Aro a manos de paramilitares, mientras el innombrable fue gobernador. Una hoja de vida tan despulida no habla bien de un referente público. La ñapa, ¿hará parte de ese avispamiento criollo querer ser testigo contra Uribe, siendo consciente de que amanecerá muerto? Cosas del altísimo.
Habrá que recordar también el consejito de Alberto Carrasquilla (exministro de Hacienda en el régimen del innombrable, y recientemente nombrado jefe de la comisión de empalme de Duque con el gobierno Santos) cuando fue consultor privado, de bajar el salario mínimo, porque “Cerca del 30% de la población colombiana, gana por debajo del salario mínimo legal y si se le añaden los cargos de los parafiscales, esta proporción aumenta notoriamente. Entonces, ¿para qué aumentamos esta brecha subiendo más el salario, si ni siquiera se garantiza que el promedio en el que está el salario en este momento, alcance para subsanar las necesidades básicas?”.
Además, un pensador del progreso económico nacional de este nivel (según registra la revista Voces, cuando estalló el escándalo de los papales de Panamá, el exministro apareció como accionista de la sociedad de Panamá, Navemby Invesments Group INC, en donde figuraría con un 33% de las acciones, desde el 2001 y ahora maneja el fondo de inversión Konfigura Capital), ha propuesto privatizar los fondos de compensación y el SENA ¿cómo les quedó el ojo?
Con este tipo de gente haciendo política económica, me queda más claro el tipo de avispados que hay en el país, porque de ahí para atrás las políticas en general no fueron las más beneficiosas y todavía sufrimos los estragos de otras imposiciones: Ley 100, falsas desmovilizaciones paramilitares, representantes a la cámara vinculados con el paramilitarismo, etc., sin contar lo que viene en los próximos cuatro años.
Con lo más reprochable que puede ser el comportamiento de los compatriotas en Saransk, nos podríamos ver reflejados en esos videos con un guion más o menos así: Duque: nos van a jodel. Pueblo: Nos van a jodel. Duque: muy bien, ahora: Nos van a bajal el salalio. Pueblo: Nos van a bajal el salalio. Duque: ¡muy bien pueblito!
*Secretaría de Comunicación y Formación. Coordinador Nacional Agrario
Tomado de periferiaprensa.com
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