El gerente de ETB, Jorge Castellanos, advirtió durante la última semana de junio que despediría al menos 130 trabajadores, el 5 por ciento aproximadamente de los casi 2.700 trabajadores con que cuenta la empresa. Hasta la fecha van 83 despidos injustificados, los cuales fueron concretados el pasado 27 de junio, en menos de 24 horas. De acuerdo a lo anunciado por el gerente, concretarán otros 50 despidos arbitrarios. Sintrateléfonos afirma que los despidos son represalias del alcalde Peñalosa en contra de este sindicato.
Ante lo ocurrido, los sindicatos en los que están organizados los trabajadores de esta empresa, dejando en claro su postura. Así lo hizo Atelca, quien rechazó los despidos “[…] por considerarlos como un ejercicio arbitrario de las facultades del artículo 64 del Código Sustantivo del Trabajo, en cuanto los despidos de estos trabajadores se tratan de cargos misionales y permanentes […] que han aportando a la consolidación de la ETB como patrimonio de todos os bogotanos”.
Por su parte, la Central Unitaria de trabajadores de Colombia –CUT–, dejó en claro que “Con su slogan ‘Bogotá mejor para todos’, la Administración Distrital en cabeza del alcalde Enrique Peñalosa y su gerente en la ETB, Jorge Castellanos, ejecutan masacre laboral en la ETB, camino a la privatización de la empresa, dejando en la calle a las familias de los trabajadores, desestabilizando el normal funcionamiento de la empresa y generando zozobra y un pésimo clima laboral”.
Asimismo, Alejandra Wilches, integrante de Atelca, informó a desdeabajo que el sindicato planea continuar con las denuncias en redes sociales, además, hacer público el estado técnico y financiero de la empresa, esto con el propósito de desmentir la justificación que da la junta directiva de la ETB para realizar la masacre laboral. “Nos vamos a enfocar en mostrar las cifras reales –como lo hemos venido haciendo– del estado de la empresa, mostrar también cómo ha sido la política del presidente en su afán de desprestigiar a la ETB tanto en la calidad de su servicio como en la rentabilidad para la ciudad”. En cuanto a la presencia de la fuerza pública en las diferentes centrales de la empresa de telefonía, Atelca presentará las denuncias penales correspondientes.
Por otro lado, Carlos Velásquez, integrante de la CUT (Bogotá-Cundinamarca), quien perteneciera a la junta directiva de Sintrateléfonos, afirma que la masacre laboral es un revanchismo del alcalde Peñalosa, pues este sindicato encabezó la revocatoria de su mandato. Y es que las 83 personas despedidas pertenecen al sindicato, uno de ellos, Andrés Rico (quien se encadenó en la central de Kennedy luego de su despido) es un activista con trayectoria y lleva más de 20 años trabajando en la empresa.
“La administración no pidió la autorización al Ministerio del Trabajo para realizar el despido del 5 por ciento de los trabajadores. No obstante, existe el tecnicismo jurídico que justifica un despido masivo que no alcance la cantidad equivalente al 5 por ciento, cosa que no deja de ser una masacre laboral con tintes de persecución en contra del sindicato”, aseveró Velásquez.
Según él, hay una táctica muy bien planeada por la administración distrital. “Esperaron a que pasara la ley de garantías; durante la última semana de junio despiden a una cantidad y durante la primera semana de julio despiden a otro tanto, porque tienen la posibilidad de despedir anualmente a un número de trabajadores equivalente al 5 por ciento; como durante el primer semestre no despidieron esa cantidad, para el segundo semestre pueden hacer la misma jugada. Esa es una táctica perversa que está haciendo curso en empresas como esta”.
La reacción inmediata de la organización sindical fue “convocar una asamblea extraordinaria el 27 de junio y se monta un sindicato de industria para proteger a los compañeros con fuero circunstancial de fundadores de un sindicato. Luego, el 28 de junio, se realizó una asamblea en la plazoleta Eduardo Umaña Mendoza, se comunicó a todos los afiliados al sindicato de la medida y se radicó ante la administración la creación del sindicato de industria” dijo Velásquez.
Y agregó, “[…] además tenemos pensado poner una tutela colectiva, por eso estamos convocando a todos los compañeros despedidos, basados en el abuso de poder de las directivas de la ETB. Previamente el sindicato había rechazado el despido de personal, por esa razón actuaron de esta manera. Aquí hay una cosa muy grave y es el constreñimiento del que fueron víctimas, teniendo en cuenta la presencia de la policía, no sólo en las afueras de las centrales, en las oficinas habían policías vestidos de civil y en las diferentes salas donde fueron citados los compañeros. Allí se les dijo ‘o firma este plan retiro voluntario, o lo despedimos’; se aseguraron que hubieran testigos –hasta psicólogos– pero como ocurrió en el caso en la central San José, donde los encerraron hasta que los trabajadores se pronunciaran, porque muchos no aceptaron firmar ningún documento. Esas son las anomalías que se presentaron con los despidos, un total atropello”.
Junto a estas irregularidades hay que resaltar incongruencias en las liquidaciones de los trabajadores y. sobre todo. que ninguno de los argumentos que presenta Jorge Castellanos a la opinión pública tienen real fundamento, pues ni la empresa está en quiebra, ni los trabajadores representan un gasto excesivo para sus finanzas.
Mientras tanto, trabajadores y trabajadoras quedan expectantes ante la posibilidad de una nueva ola de despidos.
Información adicional
- Autor:Daniel Vargas
- País:Colombia
- Región:Suramérica
- Fuente:Periódico desdeabajo
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